Scotch-Brite® te explica por qué es tiempo de cambiar tu fibra

Hay muchas señales de que la fibra esponja necesita ser cambiada, pero quizá la más importante de todas es la única que no podemos notar a simple vista. Se trata de los microorganismos, que encuentran en la fibra el lugar ideal para vivir y la convierten en el lugar más infestado de la casa, muy por encima del baño.

El equipo de Scotch-Brite®, preocupado por estudios de mercado que señalan que la mayoría de los mexicanos cambian la fibra esponja cada tres o cuatro meses, impulsa la campaña Tiempo de cambiar tu fibra, donde promueve hacerlo cada 30 días para evitar la acumulación peligrosa de microorganismos.

Para llevar adelante la campaña, en el Centro de innovación de 3M en la Ciudad de México se hicieron varias pruebas junto a Manuel Díaz de León, ingeniero de desarrollo de productos de 3M.

Las señales más claras de que la fibra ya llegó a su límite son cuatro y están relacionadas a la frecuencia de uso:

La fibra se separa de la esponja.

• La esponja ha perdido el color original.

• Se ha deformado o se siente muy suave.

• Se le hacen bolitas o rollitos en la fibra.

Pero como indicaba el Dr. Díaz de León, los microorganismos comienzan a proliferar desde el primer uso y alcanzan una concentración preocupante al primer mes. Incluso puede infestarse antes si la fibra esponja no recibe los cuidados adecuados. Las señales de que está infestada son las siguientes:

• Mal olor.

• Sensación pegajosa al tacto.

• Puntos negros en la esponja o blancos en la fibra.

“Los antibacteriales de Scotch-Brite® retrasan el crecimiento de los microorganismos, sin embargo es inevitable que estos proliferen eventualmente en la fibra espona”, explica Díaz de León. “Esta es una de las principales razones por la que debe cambiarse cada 30 días. Lo peor es que es imposible erradicar estos microorganismos una vez que están en la fibra esponja, no importa las medidas que tomen. Sumergir la fibra en agua con cloro o jugo de limón no ayuda, e introducirla al horno microondas es peligroso porque las fibras no están diseñadas para eso”.

Los consejos para que el crecimiento de microorganismos en la fibra esponja sea lo más lento posible son los siguientes:

• Al terminar de usarla, exprímela bien y colócala en un lugar seco.

• Desecha el agua en la que disuelves el jabón cada vez que termines de lavar los trastes.

• Si tienes un lavavajillas, introduce la fibra esponja junto a los trastes una vez a la semana y activa el ciclo de secado.

Además de detectar microorganismos,  en estas pruebas se utilizaron las tres fibras especializadas de la marca: la verde y amarilla clásica, que tiene 8 fibras en 1; la Cero Rayas®, que cuida superficies delicadas y limpia a fondo sin rayar; y la Extreme, que limpia con facilidad el cochambre más pegado y es 15 veces más poderosa que las fibras comunes.

Lo ideal es utilizar una diferente para cada tarea, pero como es difícil tener tres fibras en la tarja,  hay que identificar cuál es la más utilizada y comprar modelos más pequeños de las otras para usarlas ocasionalmente.

“Las fibras nos dan señales de que hay que cambiarlas a los 30 días, el problema es que a veces no las notamos. Por eso es mejor cambiarlas a los 30 días, aunque creamos que todo está bien”, concluyó Díaz de León.